¿Cómo reclamar la fianza no devuelta por el casero?

¿Cómo reclamar la fianza no devuelta por el casero?

Publicado el 28 de julio de 2025


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Cuándo puede el casero retenerla

La retención de la fianza por parte del casero solo es legítima cuando existe un motivo objetivamente justificable y probado. Los supuestos típicos son tres: deudas de rentas (o de cantidades asimiladas, como suministros repercutidos), daños en la vivienda que exceden el desgaste normal, y gastos de conservación o limpieza extraordinaria derivados de un uso inadecuado del inmueble. En todos los casos, no basta con alegar; es imprescindible demostrar: recibos impagados, facturas de reparación, peritajes, inventarios comparativos, fotografías y comunicaciones previas debidamente fechadas.

Por el contrario, no son causa válida de retención los daños o deterioros propios del paso del tiempo (por ejemplo, pintura algo desgastada tras años de uso, pequeñas marcas en suelos por mobiliario estándar o electrodomésticos envejecidos por uso normal). Tampoco lo es pretender “renovar” la vivienda con cargo a la fianza aprovechando la salida del inquilino, ni nuevas exigencias que no figuran en el contrato o que no se han comunicado durante la vigencia del arrendamiento.

  • Deudas acreditadas: recibos impagados, suministros repercutidos con facturas.
  • Daños extraordinarios: roturas, desperfectos relevantes, manipulación negligente.
  • Servicios de limpieza o desinfección solo si exceden lo razonable y están probados.

Consejo práctico: si el casero alega daños, solicite el desglose por partidas, con facturas y fotos. Sin prueba documental, la retención es discutible y reclamable.

Cuando el arrendador compensa deudas con la fianza, debe justificar el importe y devolver el sobrante. Si la deuda supera la fianza, podría reclamar la diferencia por su cuenta; pero no puede retener indefinidamente sin rendir cuentas. Si la retención es parcial o total sin base objetiva, la estrategia más efectiva es requerir por escrito la devolución, concediendo un plazo breve y advirtiendo de acciones posteriores. La claridad, el tono profesional y la evidencia sólida suelen inclinar la balanza a favor del inquilino.

Plazos de devolución y cómputo

El plazo de devolución de la fianza comienza con la entrega efectiva de las llaves y la restitución de la posesión de la vivienda. A partir de ese momento, el arrendador dispone de un tiempo razonable para revisar el inmueble, verificar consumos pendientes y calcular posibles compensaciones. Ese lapso no debe alargarse indebidamente: si transcurre sin noticias, conviene enviar un recordatorio formal. Para el cómputo, guarde el documento de entrega de llaves o, si no existe, un justificante: correo de confirmación, acta de devolución, mensajes con fecha o un comprobante del depósito de llaves en una gestoría o conserjería acordada.

Las comunidades autónomas que exigen el depósito de la fianza en un organismo público no alteran el derecho a su devolución al finalizar el contrato: el casero sigue obligado a cumplir, y no puede excusarse indefinidamente en trámites administrativos. En la práctica, si el arrendador necesita recuperar el depósito del organismo, debe gestionarlo sin demoras y transferir al inquilino el importe que corresponda. Si hay cantidades pendientes, debe comunicar el detalle por escrito con justificantes y devolver el resto. La falta de respuesta o la retención sin desglose abren la puerta a la reclamación amistosa y judicial.

Claves de cómputo: la fecha de entrega de llaves marca el inicio; la revisión debe ser rápida; y el silencio prolongado del casero juega en su contra si no hay causa real.

Para evitar dudas, acuerde por escrito la fecha y hora del check-out y, si es posible, realice una inspección conjunta con acta firmada y fotografías. Si no hay acuerdo en el momento, no discuta sin pruebas: deje constancia de su disposición a reparar pequeñas incidencias razonables y pida por escrito el detalle de cualquier daño alegado. Una gestión ordenada acorta los plazos y reduce la probabilidad de conflicto.

Preparar pruebas y documentación

Una reclamación sólida se apoya en pruebas claras, fechadas y organizadas. Antes de reclamar la fianza no devuelta por el casero, reúna el contrato, anexos, inventario inicial, fotografías o vídeos del estado de la vivienda al entrar y al salir, facturas de suministros pagados, justificantes de la última renta y cualquier comunicación relevante (correos, WhatsApp, burofaxes). Ordénelos cronológicamente en una carpeta digital con nombres descriptivos: “2025-07-01-entrega-llaves.pdf”, “2025-06-28-fotos-salon-salida.zip”, etc. Esta presentación meticulosa marca la diferencia cuando su reclamación se examina por un abogado, un mediador o un juez.

Las fotografías comparativas (entrada/salida) y el inventario son cruciales para rebatir alegaciones genéricas de “mal estado”. Evite imágenes borrosas o de contexto dudoso. Incluya también los recibos finales de luz, agua y gas para evidenciar que no hay consumos pendientes. Si el casero alega una avería, pida factura y reporte técnico: sin ellos, la retención es más débil. Cuando existan pequeños desperfectos, evalúe si conviene ofrecer una compensación proporcional para cerrar el asunto de forma amistosa; es una estrategia pragmática si el importe es bajo y el tiempo vale más.

  • Contrato e inventario firmados, con anexos y actualizaciones.
  • Evidencia gráfica de entrada y salida con fechas visibles.
  • Justificantes de pago: rentas, suministros, reparaciones asumidas.
  • Comunicación ordenada: correos, mensajes, acuses de recepción.

Tip experto: convierta todo a PDF y compile un índice. El orden transmite solvencia y, muchas veces, disuade retenciones injustificadas.

Si anticipa conflicto por daños discutibles, valore un informe breve de un profesional (pintor, técnico, perito) que describa el desgaste como normal. Un documento neutral puede ser decisivo para cerrar la controversia sin juicio.

Reclamación amistosa paso a paso

La vía amistosa suele ser la más rápida y barata. Empiece con un mensaje cordial recordando la fecha de entrega de llaves, confirmando que no existen deudas y solicitando la devolución íntegra de la fianza en un plazo breve (por ejemplo, 7 días hábiles). Acompañe el mensaje con el IBAN y reitere su disponibilidad para aclarar cualquier duda. Si no obtiene respuesta o recibe una negativa genérica, eleve el tono formal y pida un desglose detallado de los conceptos retenidos con facturas y evidencias. Evite la confrontación emocional: el objetivo es forzar una respuesta concreta que usted pueda aceptar o rebatir con pruebas.

  • Recordatorio cordial con datos clave y cuenta bancaria.
  • Segundo requerimiento formal solicitando desglose y pruebas.
  • Advertencia final de envío de burofax y acciones legales.

Haga cada paso por escrito y conserve los acuses de lectura o recepción. Si conversa por teléfono, envíe un correo resumiendo lo tratado para generar trazabilidad. Mantenga siempre un tono profesional: una reclamación bien redactada, que expone hechos y fechas, suele obtener mejores resultados que una discusión. Si el casero ofrece una devolución parcial, valore si es razonable según sus pruebas; si la diferencia es pequeña, quizás compense cerrar el conflicto sin más trámites.

Escalada ordenada: cordial → formal → burofax. Cada escalón aumenta la presión y la trazabilidad, preparando el terreno para la vía judicial si fuera necesaria.

La mediación puede ser útil en conflictos de comunicación. Un tercero neutral ayuda a focalizar en datos objetivos y en soluciones pragmáticas (devolución parcial, reparaciones menores, plazos). Si la otra parte muestra mínima apertura, la mediación ahorra tiempo y costes.

Burofax y modelo de reclamación

El burofax con certificación de contenido y acuse de recibo es la herramienta estrella para dejar constancia fehaciente de su requerimiento. En él, exponga los hechos de manera cronológica y clara: fecha de firma y finalización del contrato, entrega de llaves, ausencia de deudas y estado de la vivienda. Solicite la devolución íntegra de la fianza en un plazo concreto e indique el IBAN. Si el casero ha alegado conceptos, exija desglose con facturas y fotos; si no ha contestado, señale el silencio y anticipe acciones legales. Mantenga un tono profesional, sin valoraciones personales. Puede adjuntar inventarios y fotografías clave como anexo.

Modelo breve: “Por la presente, y tras la entrega de llaves el día DD/MM/AAAA, sin deudas pendientes y en correcto estado de conservación, le requiero la devolución íntegra de la fianza por importe de XXX €, a abonar en el IBAN ESXX XXXX XXXX XXXX XXXX, en un plazo de 7 días hábiles. En caso de discrepancia, ruego remita desglose detallado con facturas y evidencias. De no recibir respuesta, ejercitaré las acciones legales oportunas para su reintegro con intereses.”

Antes de enviarlo, revise ortografía, cifras y fechas. Guarde el resguardo del envío y la certificación de contenido. Este documento será una prueba clave si tiene que acudir a los tribunales. Si el casero responde con una propuesta o con un listado de supuestos daños, analice cada partida y conteste con pruebas, aceptando lo razonable y rechazando lo infundado. Mantener el intercambio documental ordenado y completo incrementa su fuerza negociadora.

Vía judicial: juicio verbal y monitorio

Si la reclamación amistosa y el burofax no logran la devolución, la vía judicial es el siguiente paso. En reclamaciones de cantidad por fianza, suelen utilizarse dos procedimientos ágiles según el caso: el juicio verbal (para cantidades moderadas) y el proceso monitorio (cuando la deuda es líquida, determinada y exigible, y está bien documentada). En ambos, la clave es la prueba: contrato, entrega de llaves, comunicaciones, inventarios y, si procede, la falta de desglose del casero. Una demanda bien estructurada solicita el principal (fianza) y los intereses desde que debió devolverse, además de costas si hay mala fe.

El proceso monitorio se inicia con una petición escrita acompañada de la documentación que acredita la deuda. Si el arrendador no se opone o guarda silencio, se dicta resolución que permite ejecutar la cantidad. Si se opone, el asunto puede transformarse en juicio verbal u ordinario según cuantía. El juicio verbal, por su parte, se tramita con rapidez y, en muchos casos, permite resolver el conflicto sin vistas si la prueba documental es contundente. La preparación previa y el burofax suelen resultar decisivos para inclinar el resultado.

  • Demanda clara: hechos, documentos y petición de intereses.
  • Estrategia probatoria: fotos comparativas, inventario y pagos.
  • Previsión de costas: valorar riesgo/beneficio antes de litigar.

Recomendación: busque asesoramiento jurídico cuando la cuantía sea relevante o existan alegaciones técnicas. Un análisis previo evita sorpresas y optimiza la estrategia.

Intereses, penalizaciones y costes

Además del principal, puede reclamarse el interés legal desde el momento en que la fianza debió ser devuelta y el casero se constituyó en mora. Este componente económico compensa el tiempo en que el inquilino ha estado indebidamente privado de su dinero. Para calcularlo, se toma como referencia la fecha de entrega de llaves o el plazo razonable/contractual que se concedió en el requerimiento, y se aplica el tipo legal correspondiente. Cuando la retención es injustificada y se ha intentado la vía amistosa sin éxito, también es razonable solicitar las costas procesales si finalmente hay juicio y sentencia favorable.

En cuanto a costes, valore el equilibrio entre cuantía y gastos: tasas (si las hubiera), honorarios y posibles peritajes. En muchas reclamaciones por fianza la documentación es tan clara que permite un procedimiento sencillo, reduciendo costes y tiempos. Aun así, conviene pedir presupuesto cerrado y un plan de actuación por fases: requerimiento, negociación, demanda. Si la diferencia con la propuesta del casero es pequeña, quizá resulte más eficiente aceptar un acuerdo rápido que prolongar un pleito de bajo retorno.

  • Interés legal desde la mora del arrendador.
  • Costas procesales si hay mala fe o resistencia injustificada.
  • Presupuestos por fases y enfoque costo–beneficio.

Principio práctico: maximice el neto a recuperar. A veces, 100 € menos hoy valen más que 100 € más dentro de un año.

Errores frecuentes y cómo evitarlos

Muchos inquilinos pierden fuerza en su reclamación por detalles evitables. El primer error es no documentar la entrega de llaves: sin ese hito, el casero discute la fecha de salida y dilata plazos. Segundo, no conservar recibos finales de suministros, lo que abre la puerta a retenciones preventivas “por si acaso”. Tercero, no hacer fotografías del estado de la vivienda al entrar y al salir; sin comparativa, cualquier desperfecto discutible se convierte en polémica. Cuarto, reclamar de forma verbal o informal, sin trazabilidad: los mensajes dispersos y las llamadas sin confirmación son difíciles de usar como prueba.

Otro fallo común es aceptar descuentos indefinidos sin pedir facturas o desgloses. Si el casero retiene por “pintura” o “limpieza”, exija importes concretos, facturas y evidencias de necesidad. Si no se aportan, la retención es débil. Evite también la precipitación: redacte su reclamación con calma, revise fechas y cantidades, y utilice plantillas claras. Finalmente, no deje pasar el tiempo: cuanto antes actúe, más sencillo resultará obtener la devolución.

  • Siempre acta o recibo de entrega de llaves.
  • Fotos comparativas y copia del inventario.
  • Pagos de suministros al día y justificantes.
  • Reclamación por escrito con plazos y acuse.

Checklist exprés: llaves entregadas, inventario cotejado, fotos guardadas, recibos al día, burofax preparado si no hay respuesta en breve.

Preguntas frecuentes

¿Puede el casero quedarse con la fianza para “pintar de nuevo”? Solo si demuestra que el estado de las paredes excede el desgaste normal por uso y aporta factura o presupuesto razonable. El simple deseo de “dejarla como nueva” no legitima la retención.

¿Qué hago si el casero no contesta a mis mensajes? Envíe un burofax con certificación de contenido y plazo concreto para pagar. El silencio tras un requerimiento fehaciente refuerza su posición en una eventual demanda.

¿Y si hay pequeños daños que reconozco? Proponga una compensación proporcional y pida el resto de la fianza. Documente el acuerdo por escrito y cierre el asunto con transferencia y recibo.

¿Puedo reclamar intereses? Sí, desde que la fianza debió devolverse y el casero está en mora. Inclúyalos en su reclamación y, si hay juicio, solicítelos también en la demanda.

¿Necesito abogado siempre? Para cuantías moderadas y con documentación clara, a veces puede gestionarse sin asistencia. Aun así, un asesoramiento breve inicial ayuda a valorar riesgos y optimizar el enfoque.

En resumen, para reclamar la fianza no devuelta por el casero, documente, requiera por escrito, exija desgloses y eleve a burofax si no hay respuesta. Con pruebas ordenadas, recuperar el depósito es mucho más probable.

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