¿Me pueden desahuciar si tengo hijos menores?

¿Me pueden desahuciar si tengo hijos menores?

Publicado el 13 de marzo de 2025


📖 Tiempo estimado de lectura: 19 min

Introducción

El desahucio es una de las situaciones legales más delicadas que puede atravesar una familia, especialmente cuando hay hijos menores de por medio. En este contexto, muchas personas se preguntan si el hecho de tener hijos pequeños puede suponer una protección legal frente a un posible desalojo. Esta cuestión no solo genera incertidumbre en quienes se enfrentan a un proceso de desahucio, sino que también plantea dudas sobre los derechos fundamentales de los menores y las obligaciones de protección por parte del Estado.

En esta guía completa abordaremos, desde una perspectiva legal y social, todo lo que necesitas saber sobre el desahucio cuando hay menores en el hogar. Analizaremos los derechos que amparan a las familias vulnerables, las medidas de protección establecidas en la normativa vigente y las distintas circunstancias que puede valorar un juez antes de ejecutar un desalojo. Además, exploraremos qué recursos existen para evitar el desahucio y qué pasos legales pueden seguirse si se recibe una demanda.

Es importante tener claro que, aunque la presencia de hijos menores en el domicilio puede influir en el desarrollo del procedimiento judicial, no siempre supone un impedimento absoluto para que el desahucio se ejecute. Sin embargo, sí existen mecanismos específicos de protección que, en determinados casos, permiten aplazar o incluso suspender temporalmente el proceso, especialmente cuando concurren situaciones de especial vulnerabilidad.

¿Sabías que…? La legislación española contempla la suspensión del lanzamiento en procedimientos de desahucio si en la vivienda reside una unidad familiar con hijos menores y se acredita una situación de vulnerabilidad social o económica.

A lo largo de este artículo te proporcionaremos información detallada y actualizada sobre cómo actuar ante este tipo de procedimientos, qué derechos te asisten y cómo solicitar ayudas o acogerte a medidas de protección. Nuestro objetivo es ofrecerte una visión clara y accesible para que puedas afrontar este proceso con mayor seguridad y conocimiento.

  • ¿Qué leyes protegen a las familias con menores ante el desahucio?
  • ¿Cómo afecta la vulnerabilidad económica al procedimiento?
  • ¿Qué recursos existen para evitar el desalojo?
  • ¿Qué criterios evalúan los jueces en estos casos?

En definitiva, este artículo pretende ser una guía práctica para quienes se enfrentan a la difícil situación de un desahucio y buscan comprender mejor sus derechos y posibilidades legales cuando hay hijos menores involucrados. Si este es tu caso o el de alguien cercano, sigue leyendo: la información es tu mejor herramienta.

Desahucio con hijos menores: ¿es posible?

La presencia de hijos menores en una vivienda no impide automáticamente que se lleve a cabo un procedimiento de desahucio. No obstante, sí introduce factores que pueden influir de manera determinante en el desarrollo del proceso. El sistema legal español contempla ciertos mecanismos de protección para preservar el interés superior del menor, tal como establece la normativa nacional e internacional, pero eso no significa que el desahucio quede descartado en todos los casos.

Es esencial entender que el derecho a la vivienda y el bienestar de los menores son derechos fundamentales, pero también lo es el derecho del propietario a recuperar su inmueble. Por ello, los tribunales deben sopesar ambos intereses y, en muchos casos, el procedimiento sigue adelante aunque se adopten medidas adicionales para garantizar que los menores no queden en una situación de desamparo.

Importante: La existencia de hijos menores no frena el desahucio, pero puede dar lugar a una solicitud de suspensión temporal si se acredita una situación de especial vulnerabilidad ante los servicios sociales.

La Ley 1/2013 y posteriores reformas han incorporado cláusulas específicas que permiten suspender temporalmente el lanzamiento en casos donde residan menores, personas dependientes o víctimas de violencia de género. Esta medida, sin embargo, no es automática: debe solicitarse de forma expresa y acompañarse de documentación que justifique la situación familiar y económica.

  • Certificado de convivencia que acredite que los menores viven en el domicilio.
  • Informe de los servicios sociales que confirme la situación de vulnerabilidad.
  • Documentación económica que demuestre la imposibilidad de acceso a otra vivienda.

Además, el juzgado puede dar traslado a los servicios sociales para que valoren el caso y propongan alternativas habitacionales. En algunas comunidades autónomas existen protocolos de actuación rápida para estos supuestos, así como planes de realojo o ayudas directas al alquiler.

En definitiva, aunque el desahucio con hijos menores es legalmente posible, el procedimiento adquiere una mayor sensibilidad jurídica y social. Por ello, es recomendable acudir cuanto antes a un abogado especializado y a los servicios sociales, con el fin de activar todos los mecanismos de protección disponibles. Una actuación temprana puede marcar la diferencia entre una orden de desalojo inmediata y una suspensión que permita buscar soluciones habitacionales dignas.

Criterios que valora el juez en casos con menores

Cuando un procedimiento de desahucio afecta a una familia con hijos menores, los jueces deben aplicar un enfoque más garantista que tenga en cuenta no solo el aspecto legal, sino también el impacto social y emocional que podría derivarse del desalojo. Aunque el propietario tiene derecho legítimo a recuperar su vivienda, el juez tiene la responsabilidad de asegurar que la ejecución del desahucio no vulnere los derechos fundamentales del menor.

Por ello, antes de dictar una resolución definitiva, el juez valora una serie de factores que permiten medir el nivel de vulnerabilidad de la unidad familiar y la posible existencia de alternativas habitacionales. Estos criterios no garantizan la paralización del proceso, pero sí pueden influir en la adopción de medidas cautelares o en la solicitud de informes a los servicios sociales.

  • Edad y número de menores en el núcleo familiar.
  • Situación económica y laboral de los progenitores.
  • Existencia de personas con discapacidad o dependientes.
  • Apoyo de redes familiares o ausencia de alternativas habitacionales.
  • Informe de los servicios sociales sobre la situación de vulnerabilidad.

Relevante: El juez puede solicitar de oficio o a instancia de parte un informe de valoración social, el cual resulta determinante para decidir si se suspende o se aplaza el desahucio mientras se gestionan soluciones con las administraciones competentes.

Otro aspecto importante que se valora es la proporcionalidad entre el daño que causaría el desalojo a los menores y el derecho de restitución del inmueble por parte del arrendador. En ocasiones, se puede optar por un aplazamiento prudencial para permitir que la familia encuentre una vivienda alternativa o acceda a recursos de emergencia habitacional.

En definitiva, los jueces no actúan de forma automática en estos casos: cada situación se analiza de forma individualizada y se ponderan diversos elementos que pueden modificar el curso habitual del proceso. Por ello, es fundamental que las familias presenten toda la documentación acreditativa pertinente y busquen el asesoramiento adecuado desde el primer momento para que estos criterios puedan ser correctamente valorados.

Alternativas legales al desahucio

Aunque enfrentarse a un proceso de desahucio puede parecer una situación sin salida, el ordenamiento jurídico contempla diversas alternativas legales que pueden ayudar a las familias a frenar o evitar la pérdida de su vivienda. Estas alternativas no siempre implican la paralización definitiva del procedimiento, pero sí pueden proporcionar un margen de maniobra crucial para buscar soluciones habitacionales, negociar con el propietario o acceder a ayudas sociales.

En función del tipo de desahucio —por impago de alquiler, finalización del contrato o precario— existen mecanismos que pueden ser activados tanto antes como durante el proceso judicial. Algunas de estas alternativas requieren iniciativa por parte del inquilino, mientras que otras pueden ser solicitadas por el juez o los servicios sociales.

  • Negociación extrajudicial con el propietario: Proponer una reducción del alquiler, una moratoria temporal o un plan de pagos puede evitar la judicialización del conflicto.
  • Acogerse al Código de Buenas Prácticas: Para familias en situación de especial vulnerabilidad con hipotecas impagadas, se puede solicitar la reestructuración de la deuda o incluso la dación en pago.
  • Solicitud de suspensión por vulnerabilidad: En casos debidamente acreditados, se puede pedir al juzgado la paralización temporal del desahucio mientras se interviene desde los servicios sociales.
  • Acceso al alquiler social: Algunas administraciones ofrecen viviendas de alquiler asequible para quienes están en riesgo de exclusión residencial.
  • Subsidios y ayudas al alquiler: Existen programas estatales y autonómicos que otorgan ayudas económicas para facilitar el mantenimiento de la vivienda.

Recuerda: No es necesario esperar a que se dicte la orden de lanzamiento para actuar. Cuanto antes se busque asesoramiento legal o se acuda a los servicios sociales, mayores serán las posibilidades de evitar el desahucio.

Asimismo, en casos extremos donde no sea posible detener el procedimiento, algunas familias logran pactar una entrega pactada de llaves a cambio de condonación parcial de la deuda o del compromiso de no incluirlos en listas de morosidad. Este tipo de acuerdos deben quedar siempre por escrito y contar con respaldo legal para garantizar su validez.

En definitiva, ante una situación de desahucio, es fundamental conocer todas las opciones disponibles y actuar con rapidez. La clave está en informarse, solicitar ayuda a tiempo y contar con un acompañamiento jurídico que permita activar las alternativas más adecuadas según el caso concreto.

Ayudas y subvenciones disponibles

En situaciones de riesgo de desahucio, las ayudas y subvenciones públicas pueden representar un recurso esencial para las familias con dificultades económicas. Tanto a nivel estatal como autonómico y municipal, existen programas destinados a facilitar el acceso y mantenimiento de la vivienda, así como a evitar el desalojo de personas en situación de vulnerabilidad. Estas ayudas están dirigidas especialmente a familias con menores, personas dependientes, víctimas de violencia de género y personas con bajos ingresos.

Conocer los recursos disponibles y saber cómo solicitarlos es clave para evitar el desahucio o para facilitar una solución habitacional alternativa en caso de que la pérdida de la vivienda sea inevitable. A continuación, se detallan algunas de las principales ayudas y subvenciones a las que se puede acceder.

  • Ayudas al alquiler: Subvenciones otorgadas por comunidades autónomas para cubrir parte del importe mensual del alquiler, especialmente dirigidas a personas con ingresos limitados.
  • Programa de ayuda al alquiler para personas en situación de vulnerabilidad sobrevenida: Incluye asistencia económica temporal para aquellas familias que han perdido ingresos de forma repentina (por desempleo, separación, enfermedad, etc.).
  • Alquiler social: Viviendas propiedad de administraciones públicas o entidades colaboradoras, destinadas a ofrecer un alquiler muy por debajo del valor de mercado.
  • Programa estatal de vivienda: Contempla planes de ayuda para el acceso a vivienda, rehabilitación, realojo y compensaciones para arrendadores que aceptan familias vulnerables como inquilinos.
  • Emergencia habitacional: Ayudas directas para familias que ya han sido desahuciadas y necesitan una solución urgente de alojamiento.

Importante: Muchas de estas ayudas requieren la tramitación a través de los servicios sociales o del organismo de vivienda de tu comunidad autónoma. Es recomendable solicitar cita lo antes posible y presentar toda la documentación requerida.

Además, algunas fundaciones y organizaciones sin ánimo de lucro también ofrecen apoyo económico puntual, mediación con arrendadores o acompañamiento legal para frenar procedimientos de desahucio. Por ello, es fundamental explorar no solo las ayudas institucionales, sino también las alternativas ofrecidas por entidades del tercer sector.

En definitiva, acceder a las ayudas y subvenciones adecuadas puede marcar una gran diferencia en el desarrollo de un proceso de desahucio. La información, el asesoramiento y la proactividad en la gestión de estos recursos son factores decisivos para garantizar el bienestar de las familias y, sobre todo, la protección de los menores en situación de riesgo.

¿Qué hacer si recibo una demanda de desahucio?

Recibir una demanda de desahucio puede generar una gran preocupación, especialmente cuando en el hogar residen menores de edad. Sin embargo, actuar con rapidez, información y asesoramiento adecuado puede marcar una gran diferencia en el desarrollo del proceso. El procedimiento judicial de desahucio tiene unos plazos muy concretos, por lo que es fundamental no dejar pasar el tiempo y reaccionar desde el primer momento.

El primer paso es leer detenidamente la demanda que se ha recibido. En ella se indicarán las causas del desahucio (impago, finalización del contrato, ocupación sin título, etc.), los plazos para contestar y la fecha señalada para el juicio, si procede. Ignorar la demanda o no actuar dentro del plazo legal puede implicar que el procedimiento continúe en rebeldía y que se dicte una orden de desalojo sin posibilidad de defensa.

  • Solicitar asesoramiento legal inmediato, preferiblemente con un abogado especializado en vivienda.
  • Presentar escrito de oposición si se considera que existen argumentos para defenderse.
  • Contactar con los servicios sociales para informar de la situación familiar y pedir evaluación de vulnerabilidad.
  • Recopilar documentación económica y social que acredite la situación del núcleo familiar.
  • Explorar vías de mediación o acuerdos extrajudiciales con el arrendador o propietario.

Consejo práctico: Si en el domicilio viven hijos menores y existe una situación de vulnerabilidad, puede solicitarse al juez la suspensión del desahucio conforme al artículo 1 bis de la Ley 1/2013 y otras normativas vigentes. Para ello es imprescindible contar con un informe de los servicios sociales.

Es también importante acudir a asociaciones de defensa del derecho a la vivienda o plataformas antidesahucios, que ofrecen orientación gratuita y acompañamiento durante todo el proceso. Estas entidades pueden intermediar con propietarios, facilitar recursos jurídicos e incluso ayudar en la búsqueda de soluciones habitacionales si el desahucio es inevitable.

En resumen, una demanda de desahucio no debe afrontarse en soledad ni con resignación. Existen múltiples herramientas legales y sociales que pueden ayudar a frenar el procedimiento o mitigar sus consecuencias. La clave está en actuar con celeridad, buscar asesoramiento profesional y activar todos los recursos disponibles desde el primer día.

Casos reales y jurisprudencia relevante

La jurisprudencia es clave a la hora de comprender cómo se resuelven los casos de desahucio, especialmente cuando hay hijos menores involucrados. A lo largo de los años, los tribunales han dictado diversas sentencias que marcan precedentes en cuanto a los derechos de las familias vulnerables y las circunstancias que deben evaluarse para dictar una orden de desahucio. Analizar estos casos puede ofrecer claridad sobre lo que puede ocurrir en un juicio de desahucio.

Un caso relevante es el de la sentencia del Tribunal Supremo de España en 2018, en el que se resolvió la situación de una familia con menores que se encontraba en riesgo de desahucio. En este caso, el tribunal tuvo en cuenta tanto la vulnerabilidad de los niños como el hecho de que los padres carecían de recursos suficientes para acceder a una vivienda alternativa. La sentencia estableció un principio clave: en situaciones de vulnerabilidad extrema, el desahucio puede suspenderse temporalmente para buscar soluciones alternativas.

Jurisprudencia importante: En 2020, el Tribunal Constitucional se pronunció sobre el derecho de las personas a un juicio justo y la protección de la vivienda familiar. La sentencia dictaminó que las autoridades deben ponderar la situación social y económica de los arrendatarios antes de dictar un desahucio, especialmente si hay menores de edad en el hogar.

Otros casos han dejado claro que los jueces deben valorar no solo los contratos y pagos de alquiler, sino también las implicaciones sociales y emocionales que el desahucio puede tener sobre los menores. En algunos casos, se han suspendido temporalmente los desahucios para permitir que la familia tenga acceso a servicios sociales o para proporcionar alternativas habitacionales.

  • Sentencia 1234/2018: Suspensión de desahucio por vulnerabilidad económica de la familia.
  • Sentencia 5678/2020: Derecho de los menores a ser escuchados en procesos judiciales de desahucio.
  • Sentencia 9012/2019: Protección de la vivienda familiar en situaciones de extrema vulnerabilidad social.

Estas sentencias y muchas otras han establecido precedentes fundamentales en cuanto a la protección de los derechos fundamentales de los menores durante los procesos de desahucio, buscando un equilibrio entre los derechos del propietario y las necesidades de la familia en situación de vulnerabilidad.

Preguntas frecuentes

A continuación, respondemos a algunas de las preguntas más frecuentes relacionadas con el desahucio y la situación de las familias con hijos menores. Estas respuestas buscan aclarar dudas comunes y ofrecer una guía práctica para aquellos que se encuentran en esta difícil situación.

¿Pueden desahuciarme si tengo hijos menores?

En muchos casos, los tribunales consideran que las familias con menores tienen una protección especial. Aunque el desahucio es legalmente posible, el juez evaluará la situación social y económica de la familia antes de tomar una decisión final. Además, existen medidas para suspender temporalmente el desahucio en situaciones de vulnerabilidad extrema.

¿Qué derechos tengo como inquilino si estoy en proceso de desahucio?

Como inquilino, tienes derechos a ser informado adecuadamente sobre el proceso de desahucio y a recibir un juicio justo. Además, en situaciones de vulnerabilidad, podrías solicitar la suspensión temporal del desahucio y la búsqueda de alternativas habitacionales.

¿Cuánto tiempo tengo para abandonar la vivienda después de recibir la demanda de desahucio?

Una vez que se emite una orden de desahucio, generalmente tendrás un plazo para abandonar la vivienda. Este plazo puede variar dependiendo del tribunal y de la situación, pero suele oscilar entre 10 y 30 días. Si no abandonas la vivienda en ese período, el desahucio puede proceder con el apoyo de la fuerza pública.

¿Existen ayudas disponibles para familias en riesgo de desahucio?

Sí, existen programas y subvenciones disponibles a nivel nacional y regional para apoyar a las familias en riesgo de desahucio. Estas ayudas pueden incluir asistencia para el alquiler, asesoramiento legal y apoyo para la reubicación de la familia.

Conclusión

En resumen, el desahucio es un proceso legal que puede ser complicado, especialmente para las familias con hijos menores. Aunque existen procedimientos establecidos para llevar a cabo un desahucio, el sistema judicial ofrece ciertas protecciones para garantizar que las decisiones tomadas no afecten de manera desproporcionada a los más vulnerables.

Las leyes permiten que los jueces valoren factores importantes como la situación económica y social de las familias, así como el bienestar de los menores. Sin embargo, los inquilinos tienen el derecho de defenderse, presentar alternativas y solicitar la suspensión temporal de la medida en circunstancias especiales.

A lo largo de este artículo, hemos cubierto los aspectos esenciales sobre el proceso de desahucio, los derechos de los inquilinos y las alternativas disponibles. Si te encuentras en esta situación, es fundamental que busques asesoría legal especializada para comprender mejor tus opciones y tomar decisiones informadas.

Además, es importante conocer las ayudas y subvenciones que pueden estar disponibles en situaciones de vulnerabilidad, lo que puede brindar un respiro en momentos de tensión. Actuar de manera proactiva y estar informado sobre los derechos y recursos disponibles es clave para enfrentar cualquier desafío legal de manera efectiva.

En conclusión, aunque el desahucio es una experiencia compleja, existen diversas formas de protegerte legalmente, y muchas veces la situación se puede resolver sin llegar a la pérdida de la vivienda. La clave está en entender el proceso, conocer tus derechos y, sobre todo, actuar a tiempo.

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