
¿Cómo reclamar un contrato de alquiler simulado?
Publicado el 01 de octubre de 2025
📖 Tiempo estimado de lectura: 9 min
Índice
- Qué es un contrato de alquiler simulado
- Cómo detectar si tu contrato es simulado: señales y pruebas
- Vías legales para reclamar: civil, penal y administrativa
- Estrategia probatoria: documentos, testigos y periciales
- Pasos para anular un contrato de alquiler simulado
- Plazos, riesgos y costes del proceso
- Modelos y escritos útiles: guía práctica
- Alternativas y acuerdos extrajudiciales
- Preguntas frecuentes
Qué es un contrato de alquiler simulado
Un contrato de alquiler simulado es aquel en el que las partes firman un documento con apariencia de arrendamiento, pero la voluntad real no coincide con lo que se declara. La simulación puede ser absoluta —no hay intención de alquilar, solo de aparentar— o relativa —se encubre otra operación distinta, por ejemplo, una cesión o un préstamo de uso—. En la práctica, la simulación suele utilizarse para empadronamientos ficticios, obtener ventajas fiscales o administrativas, maquillar ingresos, facilitar permisos de residencia o encubrir subarriendos prohibidos. El rasgo común es la falta de causa auténtica o la existencia de una causa ilícita, lo que abre la puerta a su nulidad y a exigir la restitución de lo indebidamente percibido.
Para el inquilino, verse ligado a un contrato de alquiler simulado puede implicar pagos sin contraprestación, incertidumbre sobre la vivienda, o riesgos legales si la simulación se usó para finalidades prohibidas. Para el propietario, la simulación puede generar responsabilidad frente a terceros (por ejemplo, ante la comunidad o la administración), conflictos con su aseguradora y sanciones si se derivan incumplimientos normativos. Identificar desde el inicio el carácter simulado es crucial para trazar una estrategia de reclamación eficaz y evitar la consolidación de una situación injusta.
Punto clave: si el contrato no refleja una ocupación real, no existe entrega de llaves efectiva, los pagos son meramente simbólicos o no hay uso de la vivienda, podríamos estar ante una simulación que puede declararse nula.
- Simulación absoluta: el alquiler nunca se quiso de verdad.
- Simulación relativa: se encubre otra relación (p. ej., comodato o cesión irregular).
- Consecuencia típica: nulidad y restitución de prestaciones.
Cómo detectar si tu contrato es simulado: señales y pruebas
Detectar que un contrato es simulado requiere analizar si hay desajustes entre la apariencia documental y la realidad material. Algunas señales son claras: no se ocupa la vivienda, no se entregan llaves o estas se retiran de inmediato, no existen consumos básicos (agua, luz, gas) o estos son insignificantes durante meses, no hay convivencia ni mobiliario mínimo, o los supuestos arrendadores no pueden acreditar la posesión legítima (p. ej., no son propietarios ni autorizados). También levantan sospechas pagos “en mano” sin recibos, fianzas no depositadas en el organismo autonómico correspondiente, rentas muy por debajo del mercado sin justificación o cláusulas incoherentes que impiden el uso normal del inmueble.
A la hora de reunir pruebas, prioriza documentos que evidencien la falta de uso o la finalidad espuria del contrato. Sirven: certificados de consumos, comunicaciones de la comunidad de propietarios, correos y mensajería donde se reconozca que “solo es para empadronarse”, anuncios o chats con instrucciones para “no vivir”, fotografías del estado del inmueble, contratos laborales o académicos que muestren residencia real en otra ciudad, y comprobantes bancarios de pagos que se devuelven al poco tiempo. Los testigos (vecinos, conserje, portería) aportan contexto sobre la ausencia de ocupación o entradas esporádicas incompatibles con un arrendamiento efectivo.
Checklist de indicios útiles: ausencia de consumos; inexistencia de entrega efectiva de llaves; falta de efectos personales; renta simbólica sin motivo; depósitos o fianzas irregulares; conversaciones donde se admita la finalidad aparente.
- Solicita informes de consumo a las compañías suministradoras.
- Guarda capturas de chats y correos con los propietarios o intermediarios.
- Recoge testimonios escritos y, si procede, actas notariales de presencia.
Vías legales para reclamar: civil, penal y administrativa
La vía habitual para impugnar un contrato de alquiler simulado es la civil, solicitando la declaración de nulidad por falta de causa real o por ilicitud de la causa, con la consiguiente restitución de prestaciones (devolución de rentas y fianzas) e indemnización de daños si se acreditan. Cuando la simulación persigue defraudar a terceros —por ejemplo, a la administración o a un propietario real—, puede plantearse además la existencia de responsabilidad extracontractual frente a los perjudicados. Si media engaño relevante para obtener un beneficio económico, podrían darse elementos de ilícito penal, que exigirían un análisis muy prudente y especializado.
En paralelo, pueden existir implicaciones administrativas (empadronamientos indebidos, ayudas públicas obtenidas con datos falsos, sanciones por alquiler turístico encubierto, etc.). En estos supuestos, las actuaciones ante la administración competente se combinan con la estrategia civil. Elegir la vía adecuada depende de los objetivos: recuperar el dinero, cancelar la apariencia documental, limpiar responsabilidades o evitar sanciones. Es frecuente que el afectado inicie por burofax una reclamación extrajudicial para dejar constancia y abrir la puerta a un acuerdo o, en su defecto, acudir a los tribunales con el expediente probatorio bien preparado.
Consejo: prioriza la nulidad civil y la restitución; valora derivaciones penales solo si hay indicios sólidos de engaño con ánimo de lucro. Coordina cualquier trámite administrativo para evitar resoluciones contradictorias.
- Acción de nulidad y restitución de cantidades.
- Posible reclamación de daños si hay perjuicios acreditados.
- Denuncias o comunicaciones administrativas vinculadas a empadronamientos o licencias.
Estrategia probatoria: documentos, testigos y periciales
La simulación rara vez se admite expresamente; por ello, la solidez del expediente probatorio marca la diferencia. Comienza con la prueba documental: contrato, anexos, recibos, transferencias, justificantes de fianza, comunicaciones, certificados de consumos, fotografías y cualquier documento que evidencie la falta de ocupación o el propósito aparente del contrato. Agrega una línea temporal con hitos (firma, pagos, intentos de ocupación, incidencias), para ayudar al tribunal a visualizar inconsistencias.
La prueba testifical aporta contexto: vecinos, portero, mensajeros o trabajadores que puedan confirmar que nunca se residió allí, o que el inmueble estaba vacío. Considera una pericial de consumos o de habitabilidad, cuando proceda, para objetivar que no hubo uso efectivo. Las periciales económicas pueden cuantificar los daños: gastos inútiles (mudanzas fallidas, depósitos de suministros), lucro cesante por pérdida de otras oportunidades de vivienda o sobrecostes asumidos por la situación.
Estructura recomendada del dossier: (1) índice de pruebas; (2) cronología; (3) argumentario jurídico; (4) anexos ordenados por tipo; (5) conclusión con peticiones claras (nulidad, devolución, intereses y costas).
- Solicita a las compañías certificaciones de consumo por periodos completos.
- Levanta acta notarial si necesitas fijar el estado del inmueble o la ausencia de uso.
- Conserva respaldos digitales de chats, correos y fotos con metadatos.
Pasos para anular un contrato de alquiler simulado
La ruta práctica para reclamar se articula en fases. Primero, el diagnóstico: verifica indicios de simulación, contrasta la realidad de la posesión y del uso, y evalúa el riesgo de derivadas administrativas. Segundo, la preparación: reúne documentación, pide certificados de consumos, recopila testimonios, calcula importes a reclamar (rentas, fianza, daños) y define el objetivo (solo devolución, también declaración de nulidad, o medidas adicionales).
Tercero, el burofax: envía una comunicación fehaciente al arrendador o intermediario exponiendo los hechos, requiriendo la devolución de cantidades y advirtiendo de la nulidad por simulación. Concede un plazo breve para responder y propón una vía de acuerdo. Cuarto, la demanda: si no hay solución, presenta demanda ante el juzgado competente solicitando la nulidad del contrato, la restitución de prestaciones (con intereses) y, en su caso, indemnización. Adjunta el dossier probatorio y solicita prueba testifical y pericial. Quinto, la ejecución: si obtienes sentencia estimatoria, impulsa la ejecución para cobrar y, si procede, cancelar inscripciones o efectos del contrato simulado.
Tip operativo: incorpora en la demanda una petición subsidiaria (p. ej., calificación de la relación como comodato sin renta) por si el tribunal no apreciara simulación absoluta, maximizando opciones de restitución.
- Diagnóstico y cuantificación de importes.
- Burofax con requerimiento y propuesta de acuerdo.
- Demanda con plan probatorio completo y peticiones principales y subsidiarias.
Plazos, riesgos y costes del proceso
Los plazos para accionar dependen de la calificación jurídica que se defienda. En la práctica, cuando se persigue la declaración de nulidad por simulación y causa inexistente o ilícita, se entiende que la pretensión no está sujeta a un plazo de caducidad estricto, si bien conviene actuar con diligencia para no dificultar la prueba. En cualquier caso, cuanto antes se reúna evidencia y se formalice el requerimiento, mayores opciones de éxito. En términos de duración, los procedimientos civiles pueden extenderse varios meses o más, según carga de trabajo de los juzgados, complejidad y necesidad de pericias.
En cuanto a riesgos, el principal es la insuficiencia probatoria. Si el tribunal no aprecia la simulación, puede desestimar la demanda y condenar en costas. Por eso, resultan clave los consumos, la falta de ocupación y las comunicaciones que revelen la finalidad aparente. Otro riesgo es la exposición a responsabilidades administrativas si la simulación se usó para fines prohibidos; coordina tu defensa para evitar autoincriminación y ordena bien los tiempos de cada trámite. Respecto a costes, considera honorarios profesionales, tasas (si aplican), pericias y eventuales cauciones. Valora la oferta de acuerdo si permite recuperar la mayor parte de lo pagado sin litigar.
Recomendación: solicita presupuesto cerrado por fases (reclamación extrajudicial, demanda, vista y ejecución) y estima un margen para periciales e imprevistos. Evalúa el pacto de cuota litis cuando sea viable.
Modelos y escritos útiles: guía práctica
Contar con plantillas facilita la acción. Un modelo de burofax debe identificar a las partes, describir brevemente los hechos (falta de uso real, rentas simbólicas, consumos inexistentes), invocar la nulidad por simulación y requerir la devolución de cantidades en un plazo concreto, advirtiendo de acciones legales. Añade un listado de anexos (capturas, certificados, recibos) y firma con datos de contacto. Para la demanda, estructura en: (1) hechos, con cronología y pruebas; (2) fundamentos jurídicos, explicando la simulación y la falta/ilicitud de la causa; (3) suplico, con peticiones claras (nulidad, restitución, intereses, costas y, en su caso, daños); (4) prueba propuesta (testigos, periciales, oficios a suministradoras).
Si necesitas un acuerdo extrajudicial, prepara un documento con: reconocimiento de que el contrato fue una apariencia sin uso real, devolución de rentas/fianza en calendario concreto, renuncia mutua a futuras reclamaciones y cláusula de confidencialidad. Prevé consecuencias por incumplimiento (intereses de demora, penalización) y mecanismos de ejecución (acta de conciliación o elevación a público si es necesario). Mantén un tono firme, profesional y orientado a cerrar el conflicto con seguridad jurídica.
Pro tip: incluye en tus modelos un cuadro de “pruebas adjuntas” y una checklist final para que no se olvide ningún documento esencial antes de enviar o presentar.
- Modelo de burofax de reclamación y nulidad.
- Esqueleto de demanda de nulidad y restitución.
- Minuta de acuerdo de devolución y cierre.
Alternativas y acuerdos extrajudiciales
No todos los casos requieren un juicio. Si la contraparte admite la apariencia o desea evitar riesgos mayores, el acuerdo es una vía rápida para recuperar dinero y cerrar la situación. Empieza por una propuesta clara tras el burofax: devolución íntegra de rentas y fianza, pago de pequeños daños acreditados y cancelación de cualquier documento que mantenga la apariencia (por ejemplo, notificación a la comunidad o a quien corresponda). Puedes plantear un calendario de pagos razonable, con garantías (aval, transferencia programada) y penalización por retrasos.
La mediación o la conciliación son útiles cuando existe una relación vecinal o comercial que conviene preservar. Si hay terceros afectados (propietarios reales, comunidad, administración), acuerda cómo comunicar el cierre para evitar sanciones o reclamaciones posteriores. Es esencial que el acuerdo deje constancia de que el contrato era meramente aparente y que, como consecuencia, se devuelven prestaciones y se renuncia a futuras acciones, todo ello sin reconocer hechos que puedan acarrear responsabilidades adicionales.
Cláusulas recomendadas: calendario de pagos; garantías; confidencialidad; renuncia de acciones; mecanismo de ejecución (conciliación o elevación a público); notificaciones a terceros afectados.
- Negociación directa tras el requerimiento fehaciente.
- Mediación/conciliación para acelerar la devolución.
- Comunicación ordenada a terceros para cerrar la apariencia.
Preguntas frecuentes
¿Qué diferencia hay entre simulación absoluta y relativa? La absoluta implica que nunca se quiso arrendar; el documento solo crea una apariencia. La relativa encubre otra operación (por ejemplo, una cesión gratuita). En ambos casos, puede pedirse la nulidad y la devolución de lo pagado, pero la calificación influye en las peticiones subsidiarias.
¿Cómo demuestro que no viví allí? Aporta certificados de consumos nulos, testimonios de vecinos, fotografías del inmueble vacío, comunicaciones que revelen la finalidad aparente y documentación que acredite tu residencia real en otro lugar (nóminas con domicilio, contratos, billetes, etc.).
¿Puedo recuperar todas las rentas y la fianza? Si se declara la nulidad por simulación, lo habitual es la restitución de las prestaciones: devolución de rentas y de la fianza, con intereses. Además, si acreditas daños (gastos inútiles, oportunidades perdidas), puedes pedir indemnización.
¿Hay consecuencias administrativas o penales? Puede haberlas si la simulación se usó para obtener ventajas indebidas (empadronamientos ficticios, licencias encubiertas, ayudas). Antes de actuar, evalúa el riesgo y ordena bien los tiempos de cada trámite para evitar efectos adversos.
¿Es imprescindible ir a juicio? No siempre. Un acuerdo extrajudicial tras un burofax sólido permite recuperar el dinero y cancelar la apariencia con rapidez. Si no hay voluntad de pago o faltan garantías, la demanda es la vía adecuada.